lunes, 4 de abril de 2011

DAVID WARK GRIFFITH

David Wark Griffith nació en LaGrange (EE UU), el 22 de enero de 1875. Sus orígenes son de ascendencia irlandesa y se educó bajo las influencias de la carga de racismo del sur de los Estados Unidos, y que le influyeron considerablemente en su carrera.
Durante su infancia fue un gran lector, destacando sus lecturas de Walter Scott, Shakespeare y Dickens. Le entusiasmaban las historias de guerra que su padre, antiguo coronel del ejército confederado, le narraba.
Siendo joven estudia periodismo en la Universidad de Kentucky, mantiene una estrecha relación con los ambientes literarios, quiso ser escritor y de hecho, escribió poemas,  pero en 1897 se hizo actor aficionado, llegando a ser un profesional tres años más tarde. En estos años trabajó con diversas compañías teatrales y gracias a las giras tuvo la oportunidad de recorrer el país. Así permaneció durante una década, tiempo que le valió para acumular una valiosa experiencia
En esta época tomó gran  popularidad el incipiente cinematógrafo entre los actores norteamericanos y, así, estudió en varias escuelas.
Más tarde trabajó como actor de reparto y en compañías ambulantes, hasta hacerse actor de cine en 1908. A propuesta de un amigo, vendió algunas de sus ideas a la joven industria cinematográfica, concretamente a E. Porter, director de la Edison Film Company.
Seguidamente comenzó a trabajar para la AM&B (American Mutoscope & Biograph), empresa para la que trabajó durante cinco años. Para ella dirigió más de cuatrocientas películas de un rollo. Llegó a ser director y guionista de esta compañía en Nueva York y en California. Se convirtió en productor independiente en 1913.                                                                   
En 1908 filma "Las aventuras de Dorotea", su primera película, que le proporciona un éxito que le permite rodar muchas más basadas en novelas de escritores como Jack London o Dickens.
Las películas que dirigió entre 1908 y 1913 para la compañía AM&B, más de cuatrocientas, la mayoría de ellas cortas, le dieron una notable seguridad en su oficio.
Antes de Griffith, el cine era acartonado, exageradamente teatral, la cámara permanecía estática, los actores debían moverse de forma horizontal a la cámara, las escenas empezaban con una entrada y terminaban con una salida, etc.
Entre sus principales obras hay que destacar "El nacimiento de una nación", "Intolerancia" y "Hearts of the world"
Tras dejar la Biograph, fue contratado por Mutual Films, para la cual produciría dos películas que le dieron un puesto en la historia:
La primera, The birth of a Nation (El nacimiento de una nación), 1915, que supuso una revolución en el incipiente arte de la cinematografía.
Sus técnicas innovadoras suscitaron la admiración del público, que acudió en masa a las salas, de modo que el filme se convirtió en la película más taquillera hasta entonces.
Sin embargo, sus planteamientos racistas le valieron numerosas condenas, así como la censura de la obra en muchas ciudades, entre ellas Nueva York.
La  pelicula se divide en tres grandes partes: La primera parte expone la historia central de dos familias, los Cameron, sececionistas, y los Stoneman, unionistas, en los meses previos al estallido de la Guerra de secesión americana. La parte central, muestra la barbarie de la contienda y la tercera parte trata de la humillación del Sur y el triunfo del Ku Klux Klan.
Se estrenó en Los Ángeles, bajo la protección de la policía. Los medios liberales e intelectuales del país criticaron abiertamente esta película, que mostraba a los negros como seres malvados o degenerados (y los pocos negros "buenos" que aparecían eran esclavos tontos y estúpidos). Hubo muchos incidentes: en mayo de 1915 la policía de Boston se enfrentó en las calles con la multitud, durante un día y una noche, produciéndose numerosas víctimas. Se produjeron violentas manifestaciones contra la película en Nueva York y Chicago. Era el primer gran escándalo de la historia del cine, y por consiguiente el primer gran éxito de taquilla. Debido a todo esto, los periódicos instauraron la crítica de cine como sección regular en sus páginas. Todo el mundo hablaba y discutía sobre El nacimiento de una nación, todo el mundo iba a ver la película, una o varias veces. Como consecuencia de ello su recaudación comenzó a elevarse hasta llegar a batir todos los records.
Desde el punto de vista técnico, esta película supone el inicio de la historia de la cinematografía. La versión final de la película constó de doce rollos, con un total de 1,375 planos, que hacían progresar la narración gracias a una ágil utilización del montaje. Los planos generales se combinaban con los planos próximos: tres cuartos, medios y primeros planos. El operador de cámara, Billy Bitzer, se resistía a tomar planos de conjunto, en los que las figuras resultaban muy pequeñas, afirmando que para el espectador "aparecerían como conejos".
Esta película representa un cine independiente de las demás artes, cuyo ritmo visual y forma de narración es innovador y peculiar, sometiendo su técnica a un perfeccionamiento constante que lo llevaría a ser considerado el padre del lenguaje cinematográfica moderno.
El montaje alterno se repiten en las tres partes, constituyendo la base sobre la que se sostiene el film y, en definitiva, lo que le otorga su máximo valor; Se desarrollan hasta cuatro acciones simultáneas, sin que ninguna prevalezca sobre la otra Finalmente Griffith le otorga un toque emotivo: su “rescate en el último minuto”.
Con sus constantes planos cortos consigue subrayar emociones, no únicamente en sus rostros sino, incluso, en partes de sus cuerpos (pies, manos) u objetos (el retrato de Elsie), sirviéndose de la manipulación  del tiempo y el espacio de manera  compleja (dilatando las acciones hasta el límite), sin menoscabo de la sencillez y naturalidad.
El nacimiento de una nación es la armonía entre fondo y forma; es rítmica tanto en lo estético como en lo ideológico, y refleja a la perfección el arte y el pensamiento de Griffith. Sus películas fueron el puente vital entre los antiguos valores victorianos y la edad moderna, en el americanismo.
El verdadero creador del cine como arte, como espectáculo y como industria, fue el norteamericano David Wark Griffith, que utiliza recursos como el flashback, los planos medios primeros planos, como acercamiento a la acción, la iluminación con fines dramáticos, las panorámicas, los travellings, decorados naturales, fundidos, apertura y cierre de objetivo, flou, sobreimpresiones, distintas formas de raccord a través de objetos, miradas y gestos, catchs, desenfoques creativos, uso intencional de la profundidad de campo, y otros explicados anteriormente.
La importancia de Griffith como realizador fue su capacidad de utilizar y combinar estas técnicas. Sentó las bases para el perfeccionamiento del modelo norteamericano y sistematizó los aportes de otros pioneros del nuevo arte.
Uno de los aspectos más interesantes de Griffith es la capacidad que desarrolla en lo que se refiere a las técnicas narrativas. Estudia los planos hasta conseguir efectos de gran dramatismo e introduce recursos que rompen la narración lineal. El rodaje de la historia con dos bobinas y la aplicación de trucos teatrales eran las claves de las que se valía para realizar una narración más compleja.
Intolerancia (1916) fue su siguiente gran película; considerada por muchos críticos la culminación artística del cine mudo, la cinta es una apología contra la censura.
Esta película muestra, a través de cuatro historias, las injusticias provocadas por la intolerancia religiosa y social. La idea inicial de Griffith era narrar las sangrientas huelgas de 1912 en EE.UU. (un huelguista es acusado de la muerte de su patrón), pero después decidió rodar tres episodios más: "La caída de Babilonia”, "La Pasión de Cristo" y "La noche de San Bartolomé" (episodio sangriento de las luchas entre hugonotes y católicos que tuvo lugar en París en 1572). Contó con un presupuesto de dos millones de euros.
El  enlace que hay entre los cuatro episodios es el tema de Love's Struggle Through the Ages y el leitmotiv, una imagen inspirada por Walt Whitman: Lillian Gish meciendo una cuna.
Esos cuatro episodios no se proyectan separada sino simultáneamente, alternadamente. Griffith estableció la regla de las "tres multiplicidades": de lugares, de tiempos y de acciones. "Mis cuatro historias alternarán —declaró entonces Griffith—, al principio sus ondas fluirán separadamente, lentas y tranquilas; pero poco a poco se acercarán y engrosarán cada vez más de prisa hasta el desenlace, donde se mezclarán en un solo torrente de emoción violenta."

En los primeros rollos, los diferentes episodios, sencillos, se presentan en largos fragmentos. Pero poco a poco la acción se complica y los fragmentos se acortan, la alternación se precipita: las ruedas de los carros persas alternan con las de las locomotoras, la sangre de los hugonotes parece mezclarse con la de los babilonios decapitados, y la polvareda de las carreteras modernas con las nubes suscitadas por las últimas palabras de Cristo, mientras Lillian Gish mueve perpetuamente su cuna.
En ella invirtió -y en buena parte, perdió- las ganancias obtenidas en su éxito anterior. Fue una película muy ambiciosa para su tiempo y resultó ser una de las más caras de la historia del cine, pero también una influencia para futuros directores, sobre todo rusos, a quienes gustan los planos cortos.
A pesar de su brillantez, Hollywood le cerró las puertas por su ideología racista, acusándolo de violencia racial. La mayoría de sus producciones fueron fracasos comerciales y, poco a poco, ignorado por todos, cayó en el más completo de los olvidos.
La exhibición de Intolerancia fue muy difícil fuera de los Estados Unidos: la película censurada por los críticos de Gran Bretaña,  prohibida en la Europa continental mientras duró la guerra y los franceses no permitieron nunca la proyección de "La matanza de San Bartolomé". Ante estos fracasos, Griffith acosado por sus acreedores, se resignó a fragmentar su película y a presentar los episodios separadamente, aunque sin exito.
La película fue comprada, antes de la Revolución de Octubre, por un distribuidor ruso que no pudo exhibirlo, pero fue encontrado por azar y proyectado por la dirección del cine soviético. Algunos jóvenes entusiastas, Kulechov, Einsenstein, Pudovkin, fueron los primeros en comprender la importancia del mensaje de Griffith, como ya indiqué anteriormente.
En 1919, junto con Charles Chaplin, Douglas Fairbanks y Mary Pickford, los artistas más cotizados del cine del momento, fundó la United Artists, para producir películas de larga duración al margen del control de los productores y financieros no creativos del cine.
Griffith siguió realizando películas con su sello especial hasta la llegada del cine sonoro, o dicho de otra forma hasta el fin del cine mudo. Sólo realizó dos películas sonoras Abraham Lincoln, 1930   y The Struggle, 1931. El cine sonoro significó su fin como director.
Filmografía

La Vida de Dorotea (1908).
The Curtain Pole (1909).
Pippa Passes (1909).
El origen del Hombre (1912).
The Musketeers of Pig Alley (1912).
Judith de Betulia (1913).
La batalla de los sexos (1914).
El Nacimiento de una Nación (1915).
Intolerancia (1916).
Corazones del mundo (1917).
Lirios rotos o la culpa ajena (1919).
Las 2 tormentas (1920).
Las 2 huérfanas (1921).
América (1924).
Abraham Lincoln (1930). Cine sonoro.
Struggle (1931).

Griffith murió solo en un oscuro hotel del Hollywood Boulevard en 1948, a los 73 años de edad, el 21 de Julio de 1.948.
Su mejor epitafio lo escribió Orson Welles: “Yo le admiraba, le veneraba, pero él no necesitaba un discípulo. Necesitaba trabajo. Nunca he odiado realmente a Hollywood a no ser por el trato que dispensó a David Wark Griffith. Ninguna ciudad, ninguna profesión ni forma de arte le deben tanto a un solo hombre”.

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